
China, con interés por invertir en la frontera norte
Araceli W. Ching indicó que debido a la ratificación del T-MEC, empresas chinas están convencidas de que algunos estados de la República son estratégicos para la inversión.
Monterrey, NL. Desde el inicio de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, 92% de todas las inversiones programadas a ese país fue cancelado; por ello, los inversionistas asiáticos analizan alternativas, principalmente en la frontera norte mexicana, indicó a El Economista Araceli W. Ching Pacheco, directora en Nuevo León de la Cámara de Comercio y Tecnología México-China.
Una de las entidades que están analizando es Nuevo León, debido a su posición geográfica, comentó.
También resultan de interés los tratados de comercio que tiene México con otros países, además de que en agosto pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador conversó con el embajador chino Qiu Xiaoqi, sobre mejorar el comercio entre México y China.
Ching Pacheco explicó que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, empezó a gravar productos chinos, en su mayoría de tecnologías de la información, robótica y de la industria automotriz, buscando impactar el proyecto Made in China 2025, cuyo fin es convertir al país asiático en uno de los principales actores mundiales.
Consideró que los aranceles de Estados Unidos a productos chinos se han enfocado en componentes industriales, maquinaria pesada, autopartes, semiconductores y chips para PC y smartphones.
Por ello, dijo, las empresas que manufacturan en China y dependen de esos componentes tendrán que subir los precios, o bien podría abrir una ventana de oportunidad para Nuevo León para atraer esa manufactura.
En Inversión Extranjera Directa, Nuevo León sumó 20.2 millones de dólares de capital chino entre enero y septiembre del 2019, con un retroceso de 17.4% anual.
Sin embargo, en diciembre pasado, el secretario de Economía y Trabajo, Roberto Russildi, informó que en una misión por China las firmas Kuka Home, Holley Technology y Sunon decidieron invertir en el estado 160 millones de dólares (1,850 nuevos empleos).
El Economista